Artículo publicado en el El Correo : http://www.elcorreo.com/alava/20090521/rioja/cerro-olvidado-20090521.html
El cerro olvidado
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Los historiadores Jesús Pascual y Carlos San Miguel publican un documentado libro sobre el Monte Cantabria
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El historiador riojano José María Pascual mantiene una guerra sin cuartel para que los escasos restos históricos que quedan en Monte Cantabria sean salvados, ya que el resto fueron arrasados. Hace 30 años publicó su tesis 'La Varia de Los Berones', y ha realizado decenas de inspecciones oculares para ver el estado, el mal estado de situación del cerro. Dice que sólo queda apenas la décima parte del yacimiento y que al final no quedará nada.
¿Cambios? «En los 60 la cima era fértil y ahora está semidestruida. Entonces encontrabas restos arqueológicos, bajo el suelo, estaba la estratigrafía. Su explotación lo ha arrasado todo, salvo el recinto fortificado», dice Pascual.
En su libro amplía la lista de personajes y la ocupación secular del cerro logroñés. «En este trabajo analizo los 1.500 años de presencia humana en su cima: los berones, los visigodos y los aragoneses de Alfonso I el Batallador. Respaldamos definitivamente la presencia de Leovigildo y Pelayo en la fortaleza visigoda de Cantabria. E incluso Don Pelayo aparece como primer logroñés ilustre», detalla. Así pues, monte Cantabria berón, visigodo y cristiano medieval. ¿Y Logroño? «La villa de Logroño entra en la historia en el siglo X. Atrás quedaba Cantabria como urbe berona y como fortaleza ducal».
Su consejo reiterado es que «Logroño recupere a sus padres: «Cantabria y Varea». Llegar la luz y agua al cerro es para Pascual la principal prioridad, además del arreglo de los accesos.
El historiador sostiene la necesidad de que haya periódicas actuaciones en el monte, con aportaciones plurianualizadas. Y ve como excelente ejemplo La Hoya de Laguardia, a la que el arqueólogos Armando Llanos dedicó años y años de dedicación con resultados conocidos y reconocidos.
Pascual se plantea si los historiadores son los universitarios menos reconocidos en la sociedad actual. «Lo nuestro es historiar el pasado humano, y presentarlo a nuestros conciudadanos. Puede que recibamos poco porque se entiende que es escaso lo que aportamos», resume.
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